El petirrojo es un pájaro que se distingue por poseer una llamativa mancha anaranjada en el pecho, la garganta y el cuello. Se distribuye por toda Europa, el norte de África y Macaronesia. En las Islas Canarias existen dos subespecies, marionae en Gran Canaria y superbus en Tenerife, que están incluidas en el Catálogo Canario de Especies Protegidas.
Descripción del Petirrojo
El petirrojo es un pájaro de apariencia rechoncha, que mide entre 14 y 16,5 cm de largo y tiene una envergadura de entre 20 y 22 cm. Su plumaje se caracteriza por tener una mancha naranja desde la cara hasta el pecho, bordeada con gris. El resto del cuerpo es menos vistoso, con un color marrón verdoso en la parte superior y las alas, y blanco roto en la parte inferior. Tanto los machos como las hembras comparten estos colores, pero los jóvenes tienen un plumaje castaño con manchitas amarillas en los extremos de las plumas.
El petirrojo es conocido por su reclamo, que consiste en un tac-tac-tac seco e irregular que repite con frecuencia. Sin embargo, también emite un canto más melodioso y elaborado que realiza por la mañana, temprano o antes del amanecer, desde las ramas altas de los árboles.
En las Islas Canarias, las subespecies de petirrojo se distinguen porque poseen un anillo ocular blanco, el color del plumaje del pecho es más intenso y el del vientre es completamente blanco.
Ubicación del Petirrojo
El petirrojo está presente en gran parte del Paleártico occidental, desde Europa hasta los Urales y el mar Caspio, además de Anatolia, el norte de África y Macaronesia. Se estima que la población europea está compuesta por unas 40 000 000-160 000 000 parejas reproductoras. En las Islas Canarias, se encuentra la especie típica Erithacus rubecula en La Gomera, La Palma y El Hierro, mientras que en Tenerife se encuentra la subespecie Erithacus rubecula superbus y en Gran Canaria está presente otra subespecie para la que se ha planteado el nombre Erithacus rubecula marionae. Se estima que la población canaria está formada por unas 13 000 - 14 000 parejas.
Hábitat del Petirrojo
El petirrojo está ligado a los ambientes forestales, pero también frecuenta las zonas de matorrales altos, como campiñas, riberas e incluso parques y jardines. En las Islas Canarias, los petirrojos habitan los bosques de monteverde y de pinar mixto, y también se les puede observar en los pinares secos, áreas de cultivo y barrancos de zonas bajas pero con gran vegetación.
Dieta del Petirrojo
El petirrojo es una especie principalmente insectívora, que caza una gran variedad de invertebrados como hormigas, escarabajos y arañas. Pero en otoño e invierno, también se alimenta de frutos de zarza, saúcos, lentiscos, olivos, acebuches e incluso bellotas.
Reproducción del Petirrojo
El petirrojo realiza una o dos puestas al año, y el periodo de reproducción comienza entre marzo y mayo, y dura hasta junio o julio. La hembra pone entre 2 y 8 huevos, con una media de 4 a Estos huevos son de color celeste y tienen manchas, que pueden ser grandes y oscuras o pequeñas y marrones. El nido se coloca cerca del suelo, en huecos que se encuentran o en la base de arbustos o árboles. La hembra es la encargada de incubar los huevos durante 12-15 días, y el macho es el que alimenta tanto a la hembra como a los recién nacidos. Después de unos días tras la eclosión, ambos progenitores cuidan y alimentan a los pollos durante otros 12-15 días.
Curiosidades sobre el Petirrojo
- La naturaleza del petirrojo es sociable, atrevida y curiosa. Suele salir del bosque y cuadrarse a mitad de un camino para observar quién está cerca de su territorio mientras emite su peculiar sonido de alerta.
Referencias:
- Recursos educativos digitales
- Infografía: Petirrojo
- Acomola: Avifauna
- Acomola: Fauna canaria
- Lámina: aves del bosque
- Recursos multimedia en la Mediateca
El petirrojo es un ave maravilloso que se encuentra en diversas regiones de Europa, el norte de África y Macaronesia. Su llamativo plumaje y su canto melodioso lo hacen una especie muy apreciada por los amantes de las aves. Además, su comportamiento sociable y curioso lo convierte en un pájaro interesante de observar en su hábitat natural. Si tienes la oportunidad de avistar un petirrojo, no dudes en disfrutar de su belleza y de su peculiar reclamo.
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