Cigüeñas blancas: aves migratorias que construyen nidos en campanarios

Las cigüeñas son aves muy especiales y han sido objeto de mitos y leyendas desde la antigüedad. En algunas culturas europeas, se las ha asociado con la maternidad, llegando a decir que traen los bebés a sus nuevos padres. Esta creencia se popularizó gracias a un cuento de Hans Christian Andersen llamado 'Las cigüeñas'.

El folclore alemán cuenta que las cigüeñas encontraban a los bebés en cuevas o pantanos y los llevaban a los hogares en su pico o en una cesta en la espalda. Incluso se dice que las familias que deseaban tener hijos colocaban dulces en el alféizar de la ventana para atraer a las cigüeñas.

Índice de Contenido
  1. Las cigüeñas y sus nidos en campanarios
  2. Migración y alimentación
  3. Reproducción y cuidado de los polluelos

Las cigüeñas y sus nidos en campanarios

Las cigüeñas tienen una relación especial con los campanarios y las torres, ya que suelen construir sus nidos en lo alto de estas estructuras. Estos nidos son grandes y voluminosos, y pueden ser utilizados por varias temporadas.

La cigüeña blanca (Ciconia ciconia) es una de las especies más conocidas. Es un ave de gran tamaño, con un plumaje mayoritariamente blanco y negro en las alas. Los adultos tienen las patas y el pico de color rojo.

Estas aves pueden medir entre 100 y 115 cm de longitud y tener una envergadura de alas de 155 a 215 cm. Se reproducen en Europa, el noreste y sur de África y el sudoeste de Asia. Sorprendentemente, el 25% de la población mundial de cigüeñas blancas se encuentra en Polonia.

Migración y alimentación

La cigüeña blanca es una especie migratoria que realiza largos viajes entre Europa y África. Durante el invierno, estas aves se desplazan hacia el sur, llegando hasta la zona subsahariana de África, el subcontinente indio y la península arábiga.

Para migrar, las cigüeñas realizan un desvío por el Levante mediterráneo en oriente o por el estrecho de Gibraltar en occidente. Esto se debe a que necesitan corrientes térmicas para volar, las cuales no se forman sobre el agua.

La cigüeña blanca es una ave carnívora y se alimenta de una variedad de pequeños animales, como insectos, peces, reptiles y pequeños mamíferos y aves. Busca su comida en zonas con poca vegetación, en el suelo o cerca de fuentes de agua poco profundas.

Reproducción y cuidado de los polluelos

Las cigüeñas blancas son aves monógamas, es decir, se emparejan de por vida. Ambos miembros de la pareja construyen un nido grande que puede ser utilizado durante varios años.

La hembra pone alrededor de cuatro huevos cada año, los cuales eclosionan de forma asíncrona después de unos treinta y tres o treinta y cuatro días. Tanto el macho como la hembra se turnan para incubar los huevos y ambos se encargan de alimentar a los polluelos.

Los polluelos abandonan el nido entre los cincuenta y ocho y sesenta y cuatro días después de nacer. Sin embargo, aún dependen de sus padres para recibir alimento durante un período adicional de siete a veinte días.

Las cigüeñas blancas son aves maravillosos que se caracterizan por su plumaje blanco y negro y su capacidad para construir nidos en campanarios y torres. Son migratorias y realizan viajes largos entre Europa y África. Además, son aves monógamas y se encargan de cuidar y alimentar a sus polluelos hasta que son lo suficientemente independientes.

Si tienes la oportunidad de observar una cigüeña blanca en su hábitat natural o en un campanario, no pierdas la oportunidad de apreciar su belleza y su comportamiento único.

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