Lechucita de las vizcacheras: ave similar a la lechuza

La lechucita de las vizcacheras (Athene cunicularia) es una pequeña y simpática ave que se asemeja a la lechuza. También conocida como mochuelo, lechucita pampa, lechucita de campo o lechuza de los arenales, esta especie se caracteriza por vivir en madrigueras que construye ella misma en la tierra.

Índice de Contenido
  1. Características físicas
  2. Comportamiento y alimentación
  3. Reproducción
  4. Distribución y conservación

Características físicas

La lechucita de las vizcacheras tiene un plumaje gris y marrón con manchas blancas en el cuerpo. Su cabeza es redonda, con un disco facial de color marrón claro y cejas blancas prominentes por encima de los ojos de color amarillo intenso. La garganta es blanca, el pico es gris oliva y la cera (nariz) tiene un tono marrón grisáceo. En general, las hembras son más oscuras que los machos.

A diferencia de la mayoría de las lechuzas y búhos, la lechucita de las vizcacheras es muy activa durante el día y es fácil de observar. Suelen posarse en montículos de tierra, cercas o postes de luz, siempre atentas a su entorno. Cuando se alteran o se excitan, realizan movimientos de arriba hacia abajo, como haciendo reverencias. Su vuelo es caracterizado por aleteos espasmódicos irregulares y deslizamientos largos intercalados con aleteos rápidos.

Comportamiento y alimentación

La lechucita de las vizcacheras es una especie vocal, con una amplia variedad de vocalizaciones que varían según la ocasión y el estado de excitación del ave. Las hembras tienen una llamada similar a la de los machos, pero ligeramente más aguda.

En cuanto a su alimentación, estas aves se alimentan de una amplia variedad de presas. Su dieta incluye escarabajos, langostas, pequeños mamíferos como ratones y ratas, reptiles y anfibios, escorpiones, murciélagos y otras aves pequeñas como gorriones. Utilizan diferentes estrategias para capturar a sus presas, como perseguir a las langostas y escarabajos en el suelo, usar sus garras para atrapar insectos grandes en el aire o flotar en el aire antes de lanzarse en picada sobre una presa desprevenida. También suelen observar a su presa desde un punto alto, como un poste o un árbol, antes de deslizarse silenciosamente hacia ella.

Reproducción

La lechucita de las vizcacheras comienza la temporada de anidación a finales de septiembre u octubre. Por lo general, son aves monógamas y sus exhibiciones de cortejo incluyen parpadear, arrullos, reverencias, arañazos y picoteo.

Construyen sus nidos en madrigueras subterráneas abandonadas, cavadas por otros mamíferos, o incluso pueden cavar sus propias madrigueras si las condiciones del suelo lo permiten. También utilizan cajas nido artificiales colocadas bajo tierra. Suelen revestir su nido con diversos materiales secos.

La hembra pone de 6 a 9 huevos blancos, a veces hasta 12, con un día de diferencia. Estos huevos son incubados durante 28 a 30 días únicamente por la hembra. Durante este período, el macho se encarga de traerle comida a la hembra y cuidar de la madriguera durante el día.

Una vez que los polluelos nacen, el macho se encarga de cuidarlos mientras aún están en el nido. A los 14 días de edad, los jóvenes pueden ser vistos en la entrada de la madriguera, esperando a que los adultos les traigan comida. Los polluelos abandonan el nido alrededor de los 44 días de edad y comienzan a perseguir insectos para alimentarse.

Distribución y conservación

La lechucita de las vizcacheras se encuentra en pastizales abiertos y secos, tierras agrícolas y hábitats desérticos, a menudo asociada con otros animales que viven en madrigueras. Su distribución abarca desde América del Norte, se extiende hacia el sur en México, América Central y América del Sur. Sin embargo, las poblaciones de esta especie han disminuido en muchas áreas debido a la pérdida de hábitat causada por la actividad humana. En algunas partes de su distribución, pueden ser migratorias.

La lechucita de las vizcacheras es una ave parecida a la lechuza que se caracteriza por vivir en madrigueras y tener hábitos diurnos. Su plumaje, comportamiento y alimentación la hacen una especie interesante de observar. Sin embargo, es importante tomar medidas de conservación para proteger su hábitat y asegurar su supervivencia en el futuro.

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