Los incas, una de las civilizaciones más importantes de la antigua América del Sur, tenían una profunda conexión con la naturaleza y adoraban a diversas divinidades que representaban diferentes aspectos del entorno. Entre los animales sagrados para los incas se encuentra el cóndor, el puma y la serpiente, los cuales simbolizaban el entorno de los dioses, el entorno de los vivos y el entorno de los muertos, respectivamente.
El Cóndor
El cóndor, conocido como kuntur en quechua, era un ave sagrada para los incas. Esta majestuosa ave negra habitaba principalmente en la Cordillera de los Andes y era considerada como el único animal capaz de comunicarse con el entorno de los dioses y las estrellas. Su habilidad para volar a alturas de hasta 5,000 metros sobre el nivel del mar la convertía en un intermediario entre el entorno terrenal y el entorno superior.
Actualmente, el cóndor sigue siendo un animal sagrado para las comunidades andinas. En algunas celebraciones tradicionales, como la yawar fiesta o Fiesta de Sangre, el cóndor es el protagonista principal. Este ritual andino honra al cóndor y simboliza la conexión entre los seres humanos y el entorno divino.
El Puma
El puma, también conocido como uku pacha en quechua, era un símbolo de fuerza, sabiduría e inteligencia para los incas. Representaba el entorno de los vivos y su adaptabilidad a los terrenos abruptos de los Andes. El puma era considerado un animal divino que personificaba el poder y la paciencia.
Según la creencia inca, la ciudad de Cusco, la capital del imperio, tenía la forma de un puma. La cabeza del puma se encontraba en la fortaleza de Sacsayhuaman, mientras que la cola se ubicaba en el templo de Coricancha. Esta representación simbólica del puma en la arquitectura inca mostraba la importancia y el poder que este animal tenía para la civilización.
La Serpiente
La serpiente, conocida como amaru en quechua, representaba el entorno de los muertos para los incas. Este animal simbolizaba la conexión entre el entorno terrenal y el entorno de abajo. Además, la serpiente también representaba la sabiduría y se asociaba con los templos del conocimiento.
En la actualidad, la serpiente es considerada un símbolo de mala suerte para algunas personas. Se cree que su aparición repentina puede representar la muerte o problemas en la agricultura. Sin embargo, en la cultura inca, la serpiente era un animal sagrado que representaba la conexión con el entorno de los muertos y la sabiduría.
La Trilogía Inca
La trilogía inca, formada por el cóndor, el puma y la serpiente, representaba la cosmovisión de los incas. Estos tres animales simbolizaban los diferentes planos del entorno: el entorno de los dioses, el entorno de los vivos y el entorno de los muertos.
En Machu Picchu, la ciudad sagrada de los incas, se pueden encontrar representaciones de la trilogía inca en diversas construcciones. Por ejemplo, el Templo de las Tres Ventanas simboliza la visión del entorno de los incas, con sus tres aberturas que representan los tres planos de existencia.
La trilogía inca también está presente en numerosas artesanías del Cusco y en representaciones culturales actuales. Esculturas, pinturas, joyas y vestimentas con la imagen de la trilogía inca son comunes en la región. Estos símbolos son una muestra de la persistencia de la cultura inca y su profunda conexión con la naturaleza.
El cóndor, el puma y la serpiente son animales sagrados para los incas que representaban diferentes aspectos del entorno. Estos animales simbolizaban la conexión entre los seres humanos y el entorno divino, así como la relación entre los diferentes planos de existencia. La trilogía inca, compuesta por el cóndor, el puma y la serpiente, es una muestra del profundo respeto y reverencia que los incas tenían hacia la naturaleza y su visión del entorno.
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