El ave suri, también conocida como ñandú, es una especie autóctona de América del Sur, específicamente de Argentina. Aunque se encuentra en peligro de extinción, estas aves son reconocidas por su gran tamaño y su importancia económica debido a su cuero, plumaje y carne nutritiva. Sin embargo, más allá de su valor comercial, el estudio de esta especie se centra en comprender sus peculiaridades reproductivas, especialmente en relación a la empollación de sus huevos.
Características del Ave Suri
El ave suri pertenece al grupo de las aves ratites, que son aves no voladoras. Estas aves tienen características únicas en cuanto a su reproducción, que las hacen diferentes de otras especies de aves. Evolutivamente, se asemejan más a los reptiles actuales o a los dinosaurios que a las aves modernas. Estas peculiaridades hacen que sean especialmente interesantes para los estudios científicos.
Una de las características más sorprendentes del ave suri es su comportamiento de apareamiento. Estas aves presentan comportamientos tanto poligínicos como poliándricos. Los machos luchan por aparearse con una hembra, lo cual es típico de especies poligínicas. Sin embargo, después de poner los huevos, las hembras buscan otros machos para reproducirse, similar a las especies poliándricas. Esto significa que los machos son los encargados de empollar los huevos y cuidar a los polluelos durante los primeros días, algo muy inusual en el reino animal.
Comportamiento de Empollación del Ave Suri
Los nidos del ave suri son comunales, lo que significa que varios huevos de diferentes hembras se encuentran en un mismo nido. Cada nido puede contener hasta cincuenta huevos, aunque el promedio es de treinta a cuarenta huevos. Estos huevos se incuban durante aproximadamente cuarenta días y eclosionan al mismo tiempo debido a que la postura ocurre en un corto período de tiempo. Además, los polluelos emiten un silbido que estimula la eclosión de los demás huevos.
Las hembras ponen un huevo cada dos días durante la temporada reproductiva, que suele ser de septiembre a febrero. El número de huevos que ponen depende de su estado físico y nutricional, siendo entre veinte y veinticinco huevos el promedio por temporada. Se ha observado en estudios de campo que algunos machos son buenos fecundando, otros son buenos empollando y otros son buenos cuidando a los polluelos, incluso si no son sus propios hijos. Sin embargo, en general, todos los machos realizan todas estas tareas, lo cual requiere un alto gasto energético.
Investigaciones sobre el Ave Suri
Para comprender mejor los mecanismos que ocasionan estos comportamientos tan peculiares en el ave suri, se han realizado investigaciones sobre las hormonas sexuales de estas aves. Estos estudios se han llevado a cabo extrayendo sangre de los animales en cautiverio, ya que manejar estas aves en libertad es muy difícil y estresante para ellas.
Los resultados de estas investigaciones revelaron que las hembras mantienen niveles altos de estradiol, la hormona femenina, durante todo el período reproductivo. Esto difiere de la mayoría de las especies monógamas, donde los niveles de estradiol disminuyen durante la incubación de los huevos. Este alto nivel de estradiol permite que las hembras puedan seguir poniendo huevos en otros nidos, ya que no están involucradas en la incubación ni el cuidado de los polluelos.
Por otro lado, los machos producen altos niveles de testosterona, la hormona masculina, durante la etapa de apareamiento y pelea por las hembras. A diferencia de otras aves, los niveles de testosterona en los machos de ave suri se mantienen altos durante todo el período reproductivo. Esto les permite buscar nuevas hembras en caso de que los huevos no eclosionen o no nazcan nuevas crías. Además, la testosterona los mantiene en estado de alerta y con una alta agresividad, lo que es beneficioso para proteger el nido y a los polluelos.
El ave suri, o ñandú, es una especie de ave autóctona de América del Sur con características reproductivas únicas. Su comportamiento de apareamiento, empollación y cuidado de los polluelos es diferente al de otras especies de aves, lo que lo convierte en un objeto de estudio maravilloso para los científicos.
Las investigaciones sobre las hormonas sexuales de estas aves han revelado que las hembras mantienen niveles altos de estradiol durante toda la temporada reproductiva, lo que les permite seguir poniendo huevos en otros nidos. Los machos, por su parte, producen altos niveles de testosterona durante todo el período reproductivo, lo que les facilita buscar nuevas hembras y proteger el nido y a los polluelos.
El estudio del ave suri no solo nos permite comprender mejor las particularidades de esta especie, sino también nos brinda información valiosa sobre la diversidad y evolución de las aves en general. Es importante seguir investigando y protegiendo a estas especies en peligro de extinción para garantizar su supervivencia y preservar la biodiversidad de nuestro planeta.
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