Francisco Canarozzo, más conocido como Francisco Canaro, fue un destacado compositor de tangos, violinista y director de orquesta. Nació el 26 de noviembre de 1888 en San José de Mayo, Uruguay, y se convirtió en una figura clave en la historia del tango y el jazz en la década de 1920.
Inicios y superación
Desde muy joven, Canaro se trasladó con su familia a Buenos Aires, específicamente al barrio San Cristóbal, una zona conocida por sus milongas y el desarrollo del tango. Sin embargo, vivieron en condiciones de extrema pobreza en un conventillo. Fue en este contexto que Canaro construyó su primer violín utilizando envases de aceite de la fábrica donde trabajaba. Este peculiar violín de lata fue el inicio de su carrera y le permitió ganar el suficiente dinero para comprar uno de madera. Su historia inspiradora incluso podría haber influenciado al famoso grupo musical argentino Les Luthiers, quienes también han utilizado violines de lata en sus presentaciones.
En su etapa inicial, Canaro fue vecino del reconocido bandoneonista Vicente Greco, quien tuvo una gran influencia en su formación musical. A partir de 1908, Canaro comenzó a actuar en diversos lugares del barrio de La Boca, y más tarde formó una exitosa asociación musical con Greco en varias giras. En 1912, Canaro dio inicio a su carrera como compositor con los tangos pinta brava y matasanos.
La internacionalización del tango
En 1925, el director de una agencia de contratación de artistas, Amadeo Garesio, impulsó a Canaro a presentarse en París, una ciudad donde el tango ya tenía una amplia difusión. Canaro viajó junto a sus hermanos Juan y Rafael, quienes eran bandoneonista y contrabajista respectivamente, y otros talentosos músicos. La orquesta debutó el 23 de abril de 1925 en el dancing Florida, ubicado en el vestíbulo del teatro Apollo. Para esta presentación, los integrantes de la orquesta vistieron trajes gauchescos, lo cual fue un gran atractivo para el público. El éxito fue rotundo y las noticias de su triunfo llegaron a Argentina gracias a las crónicas del periodista Fernando Ortiz Echagüe, quien era el representante del diario La Nación.
El viaje de Canaro a París marcó un hito en la internacionalización del tango y contribuyó a su popularidad en Europa. Como resultado de su éxito, Canaro se convirtió en uno de los referentes más importantes del género fuera de Argentina.
Legado y reconocimientos
Además de su destacada carrera musical, Francisco Canaro también luchó por los derechos autorales de los compositores en una época en la que no eran reconocidos. Esta lucha culminó en la creación de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) en 1935, cuyo edificio fue construido sobre terrenos adquiridos por Canaro.
En 1940, a los 52 años, Canaro se nacionalizó argentino, lo que demostraba su arraigo y amor por su país adoptivo. A lo largo de su carrera, Canaro compuso numerosos tangos y también incursionó en otros géneros musicales.
Su legado perdura hasta el día de hoy, y en el año 2001, fue reconocido en los Premios Latin Grammy por la Mejor Canción escrita para un medio audiovisual por el sencillo se dice de mí, utilizado en la telenovela yo soy betty, la fea.
Francisco Canaro falleció el 14 de diciembre de 1964 a los 76 años, dejando un legado invaluable en la música argentina y en la difusión del tango en el entorno. En su patria natal, Uruguay, una calle en Montevideo lleva su nombre en su honor.
El legado de Canaro en el Museo Escenográfico botica del ángel
En el Museo Escenográfico botica del ángel se encuentra una obra orquestal de Francisco Canaro, realizada por su esposa Irma. Este museo también alberga un sector llamado todo se olvida con el champagne, donde el reconocido artista Eduardo Bergara Leumann ha dejado un especial homenaje a Francisco Canaro. En este espacio se exhiben partituras originales de algunas de sus creaciones, así como otros objetos que pertenecieron a este gran músico, considerado también como el padre de la comedia musical argentina.
Francisco Canaro fue una figura trascendental en la historia del tango y el jazz. Su talento como compositor, violinista y director de orquesta lo llevó a conquistar el corazón de audiencias tanto en Argentina como en Europa. Su legado perdura hasta el día de hoy y su contribución al desarrollo y difusión del tango es invaluable. Francisco Canaro, el pájaro azul del año, seguirá siendo recordado como uno de los grandes exponentes de la música popular argentina.
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