En la historia criminal argentina, existe un caso que destaca por su longevidad y resistencia: Los Monos, una banda delictiva liderada por la familia Cantero, ha estado activa en la ciudad de Rosario durante más de 25 años. Su continuidad a pesar de los esfuerzos judiciales y encarcelamientos de sus líderes, revela tanto la creciente violencia asociada al narcotráfico como el fracaso de las políticas de seguridad implementadas en la provincia de Santa Fe.
El origen de Los Monos
El primer registro de las actividades de Los Monos se remonta al 27 de agosto de 1999, cuando Máximo Ariel Cantero, conocido como el viejo, fue arrestado con 76 kilos de marihuana en la provincia de Corrientes. Esta fue su primera condena, de cuatro años de prisión, pero entre 2000 y 2003, la banda se enfrentó a otro grupo rival llamado Los Garompa, logrando imponer su dominio en gran parte del sur de Rosario.
Según la antropóloga Eugenia Cozzi, autora del libro de ladrones a narcos. violencias, delitos y búsquedas de reconocimiento (2022), el enfrentamiento entre Los Monos y Los Garompa estableció un nuevo orden a través del terror. Durante este período, la relación de la banda con la policía también cambió, pasando de un arreglo informal a una colaboración más estrecha, donde los narcotraficantes proporcionaban información a la policía sobre competidores, prevención de allanamientos y lavado de dinero.
La figura de Claudio Ariel Pájaro Cantero
Claudio Ariel Cantero, conocido como el pájaro, es uno de los hijos de Máximo Ariel Cantero. Su asesinato el 26 de mayo de 2013 en Villa Gobernador Gálvez marcó el inicio de una serie de venganzas y se convirtió en un hito en la historia criminal de Rosario. Sin embargo, la influencia de la familia Cantero no se detiene allí.
El Viejo Cantero tiene un total de 24 hijos con diferentes mujeres, y cada uno de ellos ha tenido un papel en el entorno del crimen. Claudio Ariel Cantero se destacó como uno de los líderes de Los Monos, continuando el legado criminal de su familia. Su muerte dejó un vacío en la organización y desató una serie de conflictos internos.
El modelo familiar de Los Monos
Una característica distintiva de las bandas del narcotráfico en Rosario es su estructura familiar. Los lazos de sangre brindan protección contra las delaciones y aseguran el apoyo a los miembros encarcelados. En el caso de Los Monos, esta estructura familiar se presenta de manera peculiar.
La banda se originó a partir de la relación entre Máximo Ariel Cantero y Patricia Celestina Contreras. En su hogar en el barrio La Granada, crecieron Claudio Ariel Cantero y Ramón Ezequiel Machuca, quien fue condenado a 36 años de prisión. El liderazgo patriarcal del Viejo Cantero se refleja en la tradición de imponer sus nombres a sus hijos, como Ariel Máximo Cantero, conocido como el guille, quien se convirtió en el principal heredero de la banda.
Los hijos de Cantero, incluyendo a el guille, han sido condenados por varios delitos, desde homicidios hasta narcotráfico. La violencia y los conflictos internos han debilitado el liderazgo de el guille, pero su legado sigue presente en la actividad criminal de la región.
El presente y futuro de Los Monos
A pesar de los esfuerzos judiciales y policiales, Los Monos siguen siendo una fuerza criminal en Rosario. La banda ha extendido su influencia a través de la violencia y el control del territorio, cobrando peajes a cualquier actividad que se desarrolle en su zona de influencia.
Las investigaciones recientes han revelado que las disputas entre bandas rivales, como la de Los Monos y el grupo liderado por Leandro pollo Vinardi, están motivadas por el control del narcotráfico y las deudas pendientes. Estas rivalidades han llevado a un aumento de la violencia y los asesinatos, afectando no solo a los miembros de las bandas, sino también a personas inocentes.
Perspectivas futuras
El caso de Los Monos y su influencia en el narcotráfico en Rosario plantea desafíos significativos para las autoridades y la sociedad en general. Es necesario abordar las causas subyacentes de la violencia y el narcotráfico, como la pobreza, la falta de oportunidades y la corrupción, para lograr un cambio real en la región.
Además, es fundamental fortalecer las políticas de seguridad y el sistema judicial para garantizar que los responsables de delitos sean llevados ante la justicia y se les impongan penas proporcionales a sus acciones. Esto requiere una cooperación estrecha entre las fuerzas de seguridad, los fiscales y la comunidad en general.
Claudio Ariel Pájaro Cantero y su familia han dejado una marca indeleble en la historia criminal de Rosario. Su liderazgo en Los Monos y su legado de violencia y narcotráfico han generado un impacto significativo en la comunidad. Sin embargo, es necesario tomar medidas concretas para combatir el narcotráfico y promover un cambio positivo en la región. Solo a través de un enfoque integral que aborde las causas subyacentes de la delincuencia y fortalezca las instituciones se podrá lograr una sociedad más segura y justa en Rosario.
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