El búho nival: una joya blanca de la naturaleza

El búho nival (Bubo scandiacus) es una especie de ave estrigiforme de la familia Strigidae. También conocido como búho de las nieves, búho del Ártico o gran búho blanco, este majestuoso pájaro es reconocible por su plumaje blanco y sus ojos dorados. Habita la tundra de Asia, Norteamérica y Europa, y es considerado el ave oficial de la provincia canadiense de Quebec.

Índice de Contenido
  1. Taxonomía y descripción
  2. Distribución y hábitat
  3. Comportamiento y alimentación
  4. Reproducción y longevidad
  5. Conservación
  6. Cultura popular

Taxonomía y descripción

El búho nival fue descrito por Carlos Linneo en 1758 y inicialmente se le denominó Strix scandica. Posteriormente, fue trasladado al género Bubo debido a su estrecha relación genética con otras especies de búhos. Sin embargo, algunos expertos aún utilizan el nombre Nyctea para referirse a esta especie.

Este búho se caracteriza por su tamaño, ya que puede medir entre 53 y 65 cm de longitud y tener una envergadura de 120 a 150 cm. Además, puede pesar entre 1,6 y 3 kg, convirtiéndolo en una de las especies de búhos más grandes. Su plumaje blanco es su rasgo distintivo y le permite camuflarse en su entorno ártico. Los sexos se diferencian por la distribución de las manchas oscuras en el plumaje blanco.

Distribución y hábitat

El búho nival se encuentra principalmente en la tundra del Círculo polar ártico de Asia, América y Europa. Prefiere hábitats abiertos y evita los bosques. Durante el invierno, migra hacia latitudes más templadas y se puede encontrar en praderas y dunas costeras. Aunque es una especie rara en España, se han registrado avistamientos en la costa asturiana y cántabra.

Comportamiento y alimentación

El búho nival es un ave diurna y se mantiene activo desde el amanecer hasta el anochecer. Realiza vuelos cortos cerca del suelo y se posa en perchas bajas. Durante los meses cálidos, utiliza técnicas de termorregulación para tomar el sol y extender sus alas.

Su dieta se basa principalmente en lemmings y otros pequeños roedores, aunque también se alimenta de mamíferos como liebres, ratas almizcleras, marmotas, ardillas, conejos y mapaches. Además, caza aves como la perdiz nival, patos, gansos, faisanes, urogallos, fochas y gaviotas. En menor medida, se alimenta de peces y carroña.

Para cazar, el búho nival utiliza una técnica de espera y captura a sus presas en el suelo o en el aire. Traga enteras las presas pequeñas y regurgita las partes no digeribles. Cuando caza presas más grandes, las despedaza en trozos pequeños y no necesita regurgitar.

Reproducción y longevidad

El búho nival es monógamo y se apareja de por vida. El cortejo comienza en invierno y puede durar hasta marzo o abril. Durante el cortejo, los machos realizan vuelos ondulados y exhiben presas para impresionar a las hembras. La hembra incuba los huevos y el macho se encarga de proporcionar alimento.

La temporada de cría se lleva a cabo de mayo a junio, y el tamaño de la nidada varía dependiendo de la disponibilidad de presas. Los polluelos nacen cubiertos de un plumón blanco y abandonan el nido aproximadamente a los 25 días. Comienzan a volar entre los 50 y 60 días de edad.

La esperanza de vida del búho nival en libertad es de aproximadamente diez años, pero puede llegar hasta los 35 años en cautividad.

Conservación

El búho nival fue considerado de preocupación menor por la UICN hasta 2017, cuando se actualizó su estado a Vulnerable. Se estima que la población total es de alrededor de 28 000 individuos, y se encuentra amenazada principalmente por el cambio climático y la disminución de sus presas. Es importante tomar medidas de conservación para proteger a esta especie única.

Cultura popular

El búho nival ha capturado la atención de la cultura popular, especialmente a través del personaje de Hedwig en la serie de Harry Potter. Aunque en los libros se le describe como una lechuza blanca, en la adaptación cinematográfica se utilizaron búhos nivales machos debido a su color blanco más brillante.

El búho nival es una joya de la naturaleza con su plumaje blanco y su imponente presencia. Habita en la tundra ártica y se adapta perfectamente a su entorno. Sin embargo, su conservación es fundamental debido a las amenazas que enfrenta. Debemos valorar y proteger a estas especies para garantizar su supervivencia en nuestro planeta.

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