La paloma habanera, también conocida como tórtola turca de collar, es una especie de ave columbiforme propia de Eurasia. Sin embargo, ha colonizado rápidamente diferentes partes del entorno, incluyendo Europa, el norte de África, Norteamérica y Japón, donde fue introducida. Incluso ha comenzado a encontrarse en puntos localizados de Sudamérica. En México se le considera como una especie exótica invasora y se encuentra prácticamente en todo el país. Esta ave se ha adaptado de manera asombrosa a los espacios urbanos, criándose en entornos donde hay árboles y encuentra alimento.
Descripción de la paloma habanera
La paloma habanera es de tamaño regular, con una longitud de pico a cola de aproximadamente 32 cm y una envergadura alar entre 47 y 55 cm. Su plumaje en general es de tono beige grisáceo con matices rosados en la cabeza y el pecho. Las plumas de la espalda y las coberteras superiores de las alas son de un color marrón claro, mientras que las de la parte inferior son de un tono gris azulado. Sus primarias presentan un tono más oscuro. Se distingue por una lista negra ribeteada de blanco que rodea los laterales y la parte posterior de su cuello, simulando un collar. El pico es de color negruzco y el iris muestra un tono rojo oscuro. Además, presenta un fino anillo periocular blanco.
La paloma habanera se diferencia de otras especies de tórtolas por su plumaje liso, que carece del patrón de color escamado característico de otras especies. Su cola es más larga y es más esbelta que la tórtola europea.
Comportamiento y alimentación
La paloma habanera es una especie gregaria, que puede formar grandes bandadas en lugares donde abunda el alimento. Se alimenta principalmente de semillas, brotes e insectos. Es común observar a estas aves buscando alimento mientras caminan sobre el suelo. También pueden batir las alas entre ramas de árboles o arbustos para conseguir bayas. En entornos urbanos, suelen alimentarse de granos desechados de cultivos, semillas de plantas y migajas de pan u otros alimentos proporcionados por los seres humanos.
En cuanto a su reproducción, la paloma habanera suele criar en el entorno urbano, preferentemente en árboles, especialmente coníferas, y a veces en edificios. La hembra pone dos huevos en días sucesivos y tanto el macho como la hembra se turnan para incubar los huevos, durante un período de incubación que dura entre 14 y 18 días. Los pichones tardan de 15 a 19 días en emplumar y abandonan el nido aproximadamente a los 21 días de edad. Es común que la paloma habanera críe tres o cuatro nidadas al año, e incluso se ha llegado a registrar hasta seis nidadas en un año.
Distribución y expansión
La paloma habanera es una especie sedentaria pero muy dispersiva. A lo largo del siglo XX, ha protagonizado una de las mayores colonizaciones realizadas por aves. Su área de distribución original se encontraba en las regiones templadas y subtropicales de Asia, desde Turquía hasta el sur de China, incluyendo el subcontinente indio y Ceilán. Sin embargo, a partir del siglo XX, comenzó a extenderse rápidamente por toda Europa, alcanzando incluso Islandia como divagante. También colonizó el norte de África, llegando hasta Marruecos y Egipto, así como partes de Japón y diferentes regiones de Norteamérica.
En México, la paloma habanera se considera una especie invasora y se ha extendido prácticamente por todo el país. En Europa, ha colonizado gran parte del continente, llegando incluso a las islas Feroe. En Norteamérica, su presencia se extiende desde Puerto Escondido y Tehuantepec en Oaxaca hasta Alaska y Nueva Escocia. Su rápida expansión y adaptabilidad a diferentes entornos ha sido impresionante.
Conservación y estado de la especie
La paloma habanera es considerada una especie de preocupación menor según la Lista Roja de la UICN. Aunque su población está en aumento en muchas partes del entorno, se desconoce el impacto que puede tener sobre las especies nativas en ciertas áreas donde se ha establecido como especie invasora.
La paloma habanera es una especie de ave adaptada a los espacios urbanos, que se ha expandido rápidamente por diferentes partes del entorno. Su capacidad para colonizar nuevos territorios y su adaptabilidad a diferentes entornos la convierten en una especie maravilloso para estudiar. Además, su presencia en entornos urbanos la convierte en una especie familiar para muchas personas, que pueden observarla de cerca y aprender sobre su comportamiento y características.
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